Imaginación guiada: un nuevo enfoque para afrontar la ansiedad

La ansiedad es una de las respuestas humanas más útiles… hasta que deja de serlo.

La ansiedad tiende a perpetuarse porque lleva a evitar situaciones, lo que impide comprobar que muchas de ellas no son tan amenazantes.

Este estudio exploró una técnica llamada Functional Imagery Training (FIT), que busca romper ese ciclo desde otro ángulo: activar la motivación a través de imágenes mentales vívidas.

La idea es sencilla y poderosa: si imaginas con detalle cómo superas un reto, aumentan tus ganas de afrontarlo y disminuye la fuerza de la ansiedad.

Este trabajo propone, a diferencia de otras técnicas, actuar sobre la motivación. Si se refuerza la motivación para acercarse a los retos, esta puede competir con la motivación por evitarlos, debilitando así la ansiedad desde su base.

Ilustración en acuarela de un adulto sentado en una sala de cine simbólica, observando en la pantalla a su “yo” afrontando con calma una situación que antes causaba ansiedad, representando la técnica Functional Imagery Training.

¿En qué consiste Functional Imagery Training (FIT)?

Una sesión típica seguía este flujo:

  1. Exploración inicial: El terapeuta, mediante escucha activa, ayuda a la persona a describir su ansiedad, cómo afecta a su vida y qué cambios desea lograr.
  2. Introducción a la imaginería: Se entrena al paciente en generar imágenes multisensoriales vívidas.
  3. Visualizar el “yo ideal”: El paciente imagina cómo sería enfrentarse a la situación ansiógena desde su mejor versión. También se explora brevemente el “escenario negativo” de no cambiar, para resaltar la diferencia emocional.
  4. Definición de un objetivo concreto y cercano: Se elige una meta realista a corto plazo (p. ej., “asistir a una clase” o “hablar en una reunión”) que funcione como primer paso.
  5. Elaboración de la mini-película motivacional: Aquí ocurre el núcleo del FIT: se guía a la persona a crear un relato secuencial en imágenes que incluya:
    • El primer paso hacia el objetivo.
    • Cómo se superan los obstáculos.
    • La sensación emocional al lograrlo.
    • El impacto positivo final.
  6. Práctica y consolidación: Se indica practicar esta “mini-película” a diario, preferiblemente asociada a una señal conductual (como cepillarse los dientes).
  7. Booster sessions (llamadas de refuerzo): A la semana y a las dos semanas, se realizan sesiones breves (10–20 min) para revisar avances, resolver barreras y adaptar la imaginería a nuevas metas.

¿Cómo hicieron sus estudios?

Para poner a prueba esta técnica, los investigadores trabajaron con jóvenes universitarios que presentaban ansiedad elevada. No querían saber solo si FIT funcionaba, sino también si gustaba, se entendía y podía aplicarse con facilidad.

Diseñaron tres pequeños estudios complementarios:

  • En los dos primeros, hablaron directamente con los participantes tras las sesiones para conocer su experiencia: qué les resultó útil, qué dificultades encontraron y cómo usaron FIT en su vida diaria.
  • En el tercero, dividieron a los estudiantes en dos grupos: uno comenzó el entrenamiento enseguida y otro esperó unas semanas antes de hacerlo. Esto permitió comparar cómo evolucionaba la ansiedad con y sin la intervención en ese periodo.

El entrenamiento fue breve e intensivo, pensado para encajar en rutinas reales. Comenzaba con una sesión inicial de alrededor de 45 minutos, donde se aprendía el núcleo del método, y continuaba con dos contactos de refuerzo cortos en las semanas siguientes.

Durante todo el proceso, los investigadores midieron los niveles de ansiedad con cuestionarios estandarizados y observaron cómo cambiaban la motivación y la sensación de control de los participantes.

¿Qué encontraron?

FIT fue muy bien valorada: resultó fácil de entender, aplicable en el día a día y útil para reducir la ansiedad. Quienes la practicaron antes mostraron mejorías más rápidas, y cuando el resto la recibió, también mejoraron.

Los análisis cualitativos revelaron seis grandes efectos que los propios participantes destacaron:

  • Mayor motivación para afrontar situaciones.
  • Reducción directa de la ansiedad y menor frecuencia de pensamientos preocupantes.
  • Aumento de la autoeficacia y sensación de control.
  • Mayor capacidad de reflexión ante el malestar.
  • Mejora en el estado de ánimo gracias a las imágenes positivas.
  • Uso autónomo de la técnica fuera de la consulta.

¿Por qué importa?

Este enfoque aprovecha un recurso natural (la capacidad de imaginar) para reforzar la motivación y debilitar la evitación, dos factores clave en la ansiedad.

Aunque los resultados son preliminares, FIT aparece como un complemento prometedor a otras intervenciones psicológicas, especialmente en fases tempranas o como herramienta práctica entre sesiones.

Reflexiones finales

FIT no aparece de la nada: se construye sobre cimientos bien conocidos en psicología. Comparte con la exposición en imaginación el uso de escenas mentales para afrontar situaciones temidas, con la reestructuración cognitiva el trabajo con representaciones internas que modifican la interpretación de los retos, con la visualización de afrontamiento el ensayo mental de respuestas eficaces, y con la entrevista motivacional la exploración profunda de metas y razones para el cambio.

Su novedad no está tanto en los ingredientes como en la forma de combinarlos:

  • Sitúa la motivación emocional en el centro del proceso.
  • Usa imágenes de autoeficacia, que compiten con la evitación, no solo que habitúan al miedo.
  • Propone un protocolo breve, estructurado y fácil de aprender, que convierte la imaginería en una herramienta práctica y entrenable.

Así, más que una técnica completamente nueva, FIT es una síntesis afinada que reorganiza elementos conocidos para ofrecer una vía distinta de trabajar con la ansiedad.

Quizá el primer paso no sea eliminar la ansiedad, sino imaginar con detalle qué significaría vivir con más libertad frente a ella. Contacta conmigo.

Referencia:

Andrade, J., Kavanagh, D. J., Bowditch, C., Mackriel, E., Ravenhill, E., Sime, A., Trumfield, E., Watts, J., & May, J. (2025). Early phase testing of functional imagery training as an intervention for anxiety. Behaviour Research and Therapy, 192, 104786. https://doi.org/10.1016/j.brat.2025.104786

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